Los políticos israelíes se mostraron indignados y acusaron a la UNESCO, el brazo cultural de la ONU de antisemitismo debido a una resolución que busca borrar la conexión judía con los sitios sagrados del judaísmo.

Los legisladores tanto de derecha como de la izquierda del espectro político puntualizaron que la decisión que se refiere al Monte del Templo y al Muro Occidental o “Kotel Hamarabí” (conocido en el mundo gentil como Muro de los Lamentos) solamente con por sus nombres musulmanes y condena a Israel como el “poder ocupante” por varias acciones tomadas en ambos sitios, es inapropiada para el organismo que supone ser la UNESCO.

El primer ministro, Biniamín Netanyahu, calificó la decisión de “absurda”; en tanto que el presidente, Reuvén Rivlin, destacó que se trata de una “bochorno” para la UNESCO.

La ministra de Cultura, Miri Regev, condenó la resolución tildándola de “vergonzosa y antisemita”, y el ministro de Agricultura, Uri Ariel, instó a aumentar la presencia judía en el Monte del Templo, un punto de tensión gobernado por un volátil statu quo.

“Decir que Israel no tiene ningún vínculo con el Monte del Templo es como decir que China no guarda una ligazón con la Gran Muralla o que Egipto no tiene conexión con las Pirámides”, expresó Netanyahu, agregando que “con esta decisión absurda la UNESCO ha perdido la poca legitimidad que aún le quedaba”.

El primer ministro añadió que la UNESCO es ignorante con respecto a la Biblia, y acusó al organismo de haberse convertido en un “teatro del absurdo”.

Veinticuatro países votaron a favor de la resolución, seis en contra y 26 se abstuvieron. No obstante, el embajador Carmel Shama-Hacohen alabó el esfuerzo diplomático que logró cambiar varios votos a favor en una resolución similar, en abril pasado, por abstenciones.

Ha sido “un logro significativo,” que países como Francia, Suecia, Argentina e India, que antes habían apoyado la declaración, ahora se hayan abstenido, afirmó.

“No es agradable”, manifestó, “pero estoy contento por la decisión, relativamente, porque era evidente la decisión se aprobaría pero no sabía qué países lo apoyarían. Teníamos el objetivo de ganar de nuevo el apoyo de Francia y nuestros amigos en Europa”, apuntó.

El intendente de Jerusalén, Nir Barkat, declaró que está “indignado” por la decisión “que niega a miles de años de conexión judía con el Muro Occidental de Jerusalén”.

“¿Votaría la UNESCO rechazar la conexión cristiana con el Vaticano? ¿O la conexión de los musulmanes con la Meca?”, expresó.

El jefe de la oposición, Isaac Herzog, acusó a la UNESCO de traicionar su misión. “Quien quiere reescribir la historia, para distorsionar los hechos, e inventar por completo la fantasía de que el Muro Occidental (Muro de los Lamentos) y el Monte del Templo no tienen conexión alguna con el pueblo judío, está diciendo una mentira terrible que sólo sirve para aumentar el odio”.

Su correligionario del Partido Laborista, el diputado Eitan Cabel, llamó la decisión promovida por la delegación palestina de “anti-sionista, vergonzosa y embarazosa”.

“Pueden tratar de arrojar los innumerables testimonios (de la conexión judía) a la basura, las pruebas, las oraciones y los descubrimientos arqueológicos. Pueden tratar de arrojar al mar a los millones de judíos que han tocado este lugar con sus manos y el corazón”, escribió en su página de Facebook. “Eso no les va a ayudar”.

La diputada laborista Merav Michaeli dijo que la resolución fue el resultado de la decisión de Netanyahu de negarse a nombrar a un ministro de Exteriores.

La organización de izquierda Emek Shaveh, que busca disociar la arqueología de la política, manifestó que la resolución solo hace que más difícil una solución al conflicto israelí-palestino.

“Ahora que una entidad profesional internacional como la UNESCO ha despreciado la profunda relación del pueblo judío con el Muro de los Lamentos y el Monte del Templo; será mucho más fácil para la derecha israelí convencer a la opinión pública israelí de que Jerusalén está en peligro”, expresó el grupo.

Rivlin expresó antes de la votación que “Ningún foro o cuerpo del mundo pueden venir y negar la conexión entre el pueblo judío, la Tierra de Israel y Jerusalén – y cualquier organismo que lo haga sencillamente abochorna a sí mismo”, dijo en su residencia de Jerusalén. “Podemos entender la crítica, pero no se puede cambiar la historia”.

En EE.UU., el congresista Ted Duetch calificó la moción de “peligrosa”.

Fuente: Aurora

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