Los investigadores de la Universidad Hebrea, trabajando con científicos del Instituto de Tecnología de Massachusetts, han desarrollado una proteína especialmente diseñada para atacar las células cancerosas.

El principal desafío en el tratamiento del cáncer ha sido el de minimizar el daño a las células sanas mientras se eliminan las células cancerosas. De hecho, los pacientes con cáncer están familiarizados con los efectos debilitantes en el cuerpo que resultan de los productos químicos tóxicos y de la radiación.

Ahora, un consorcio internacional de investigadores del MIT de Boston y de la Universidad Hebrea de Israel han tenido éxito en el uso de la parte del ADN humano que identifica la enfermedad para desarrollar una proteína que se dirija naturalmente a las células cancerosas, evitando al mismo tiempo las sanas.






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