La selección de Israel de fútbol mandó ayer un mensaje a Europa, y esta vez no en tono político, sino futbolístico: Israel quiere jugar la próxima Eurocopa. Así lo demostró tras sucumbir por 3-0 a una combativa Bosnia.

El primer gol vino de la mano de Vermouth tras una jugada muy buena del capitán, Tal Ben Haim, y resuelta con mucha fortuna ya que su disparó  desde fuera del área pegó en el tobillo de un jugador Bosnio y despistó al portero visitante, Begovic, que hizo un gran partido durante todo el encuentro..

Cerca del minuto 45, la defensa de Bosnia se despistó tras un saque de banda y Zahavi, que lo aprovechó para dar el pase de la muerte a Damari y colocar el segundo gol en el marcador local.

Dos minutos después de que se reanude el encuentro tras el descanso, el árbitro español Antonio Mateu Lahoz, expulsó a Susic, tras una entrada al delantero israelí, cuando estaba solo ante el portero. Una decisión acertada, por tanto.

Con un jugador más y dos goles a favor, Israel jugó a las mil maravillas. Poco después de la expulsión, Zahavi, tras un increíble pase de Damari, marcaba el tercer y último gol de un encuentro histórico, que sitúa a los israelíes en el primer puesto provisional del grupo B.

Benjamín Netanyahu asistió al campo, repleto de fans orgullosos de su equipo y de su país. Fue tan enorme la alegría que se respiraba en el estadio que tanto el entrenador como los jugadores dieron la vuelta al campo para que los aficionados ovacionaran al equipo.