El EMT de United Hatzalah y la voluntaria de psicotrauma, Linor Attias, con un niño judío ucraniano en un cruce fronterizo de Moldavia, 27 de febrero de 2022. (United Hatzalah) (United Hatzalah)

El Entrenamiento Computarizado de Atención Progresiva (CPAT), un nuevo tratamiento desarrollado en la Universidad de Tel Aviv, mejoró significativamente los síntomas del 33% de estudiantes que sufren de Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH).

(Comunicado de la portavoz de la Universidad de Tel Aviv)

Esto, en comparación con la mejora de los síntomas de sólo el 11% de los estudiantes que han participado en un protocolo paralelo de entrenamiento de atención plena, durante el cual, los participantes practicaron una meditación diseñada para reducir sus dificultades de atención. Además, a diferencia del tratamiento con fármacos (como por ejemplo, Ritalin), estas mejoras se mantuvieron incluso, cuatro meses después de la finalización del protocolo del tratamiento.

El estudio fue la tesis doctoral de la Dra. Pnina Stern, bajo la orientación de la Prof. Lilach Shalev-Mevorach de la Escuela de Educación Constantiner, de la Universidad de Tel Aviv. Los alentadores resultados del estudio fueron aceptados recientemente para ser publicados en la revista Journal of Attention Disorders.

La profesora Shalev-Mevorach explica: “Hace unos años hemos desarrollado el sistema CPAT, y ello produjo buenos resultados en los estudios previos que realizamos, principalmente en niños. Además, en el único estudio que realizamos en adultos con TDAH, se obtuvieron resultados positivos, pero sin indicios de “transferencia lejana“, es decir, una mejora de las funciones, para las cuales los participantes no fueron directamente entrenados en el tratamiento”.

La profesora Shalev-Mevorach destaca que, en general, una afirmación científica basada sobre una transferencia lejana en una intervención no farmacológica, plantea un gran desafío a los investigadores, debido a que no hay ”un placebo no farmacológico” para compararlo, es decir, en el protocolo de una intervención no farmacológica, resulta sumamente difícil separar el contenido de la intervención de los factores ambientales como la atención que reciben los participantes durante las sesiones de entrenamiento, el esfuerzo que invierten en participar en la investigación, etc.

En el estudio actual, el equipo de investigadores, trató de resolver este problema empleando un diseño de investigación que incluía dos grupos de control: un grupo de control regular, que desarrolló varias tareas de evaluación en dos momentos sin ninguna intervención como parte de la investigación (el grupo de control pasivo) y un segundo grupo de control que participó en sesiones de entrenamiento en atención plena, bajo la dirección de un instructor profesional. Este tipo de entrenamiento ha producido resultados positivos en estudios previos en personas con TDAH.

Para el experimento, fueron reclutados 54 estudiantes, de ambos sexos, de la Universidad de Tel Aviv y otras instituciones académicas, que habían sido diagnosticados con TDAH. Los sujetos fueron ciegamente divididos en tres grupos iguales: un grupo de control, un grupo de atención plena y un grupo CPAT .

Los participantes en los grupos CPAT y de atención plena, venían a las reuniones grupales en el campus universitario una vez por semana para sesiones de dos horas, en las que el grupo CPAT recibía Entrenamiento Computarizado de Atención Progresiva y el grupo de atención plena recibía un entrenamiento por parte de un instructor diplomado en la materia.

Antes y después del protocolo de intervención, los participantes de los tres grupos desarrollaron una serie exhaustiva de tests de evaluación: pruebas estándar computarizadas a fin de evaluar las funciones de atención, cuestionarios para la evaluación del comportamiento (síntomas de TDAH auto-informados) y cuestionarios de atención plena (sentimientos auto-informados como estrés, ansiedad y bienestar). Además, fue utilizada una medición novedosa para este estudio de intervención, cuyos participantes eran, como ya se mencionara, estudiantes de enseñanza superior: se les solicitó que leyeran un texto de un artículo científico, mientras sus movimientos oculares eran seguidos por un rastreador ocular. Los índices producidos mediante el sistema de seguimiento ocular, hicieron posible identificar un patrón de lectura no atenta, que se utilizó como una medida de la eficiencia lectora en un contexto académico. Finalmente, los participantes completaron un cuestionario sobre sus dificultades académicas.

“Los resultados fueron muy positivos”, manifiesta la profesora Shalev-Mevorach. Vimos mejoras en las propias funciones de atención, es decir, “transferencia próxima”, por ejemplo, en la atención sostenida, la capacidad de permanecer atento por un largo periodo de tiempo, y en el control de la atención, la capacidad de retrasar una respuesta rutinaria. Pero lo principal es que observamos mejoras significativas en el funcionamiento cotidiano y académico de los participantes, como la reducción de la lectura repetida, mientras leían un artículo científico. Además, las mejoras en estas funciones de atención, estaban relacionadas con la reducción de los síntomas conductuales del TDAH y de la lectura repetitiva. En otras palabras, el CPAT, entrenaba los propios mecanismos de atención, y su mejora estaba relacionada con la mejora lograda en los síntomas conductuales y en los patrones de lectura. El 33% de los participantes que recibieron el protocolo CPAT, mostraron una mejora significativa en los síntomas del TDAH en comparación con solo el 11 % de los que se sometieron al protocolo de atención plena. Las mejoras alcanzadas se mantuvieron en la prueba que se realizó unos cuatro meses después de finalizar el protocolo de intervención.

La profesora Shalev-Mevorach, concluye diciendo: “Los efectos de los fármacos estimulantes (psicoestimulantes) como el Ritalin y Concerta son “on-off” (El fenómeno on-off es una fluctuación de la actividad motora). Los estudios muestran que los pacientes que toman Ritalin diariamente, disfrutan de mejoras significativas, pero cuando interrumpen el tratamiento, las mejoras se desvanecen y retornan al punto de partida. Nuestra motivación es lograr un cambio profundo en las funciones básicas de la atención, un cambio que será significativo a largo plazo, como una opción adicional junto a la medicación, y por cierto, como una alternativa al tratamiento farmacológico, en los casos en que el mismo no sea aplicable”.