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El estudio introduce un método capaz de identificar el Alzheimer durante el sueño o bajo anestesia en la etapa presintomática.

Por Pesaj Benson, TPS

Al ofrecer nuevas perspectivas para la detección temprana y la prevención de los síntomas del Alzheimer, investigadores israelíes lograron prevenir el deterioro de la memoria en un modelo animal.

El estudio de la Universidad de Tel Aviv ha desvelado un método capaz de detectar el Alzheimer durante el sueño o bajo anestesia en la fase presintomática, hasta 20 años antes de que surjan los síntomas de la demencia. Esta detección temprana podría revolucionar los enfoques de tratamiento y mejorar significativamente los resultados de los pacientes. Los hallazgos del estudio se publicaron recientemente en la revista Nature Communications.

La investigación identificó una actividad cerebral anormal en el hipocampo, una región clave para la memoria y el aprendizaje, durante los estados de anestesia y sueño. Esta mayor actividad, resultante de la desestabilización de la red neuronal, precede a la aparición de los síntomas del Alzheimer. Al apuntar a un pequeño núcleo del tálamo responsable de regular los estados del sueño, los investigadores lograron suprimir esta actividad aberrante y prevenir el deterioro de la memoria en el modelo animal con Alzheimer.

«Ya entre 10 y 20 años antes de la aparición de los síntomas familiares de deterioro de la memoria y deterioro cognitivo, se producen cambios fisiológicos lenta y gradualmente en el cerebro de los pacientes», dijo la estudiante de doctorado Shiri Shoob, quien dirigió el estudio.

“Hay una acumulación de depósitos de beta amiloide y acumulaciones anormales de proteína Tau, una disminución en el volumen del hipocampo y más. Además, alrededor del 30% de las personas a las que se les encontró una patología típica de la enfermedad de Alzheimer en la autopsia no desarrollaron los síntomas típicos de la enfermedad durante su vida. Parece, entonces, que el cerebro tiene una capacidad, ciertamente limitada, para protegerse del daño de la enfermedad”, explicó.

La profesora Inna Slutsky dijo que «la utilización de la estimulación cerebral profunda (DBS) para suprimir este núcleo no sólo inhibió la actividad epiléptica durante la anestesia sino que también evitó la pérdida de memoria posterior».

La DBS es un procedimiento quirúrgico que se utiliza para tratar una variedad de síntomas neurológicos, particularmente aquellos asociados con trastornos del movimiento como la enfermedad de Parkinson, temblor esencial, distonía y algunos casos de epilepsia. Implica implantar electrodos en determinadas áreas del cerebro y conectarlos a un dispositivo similar a un marcapasos, que genera impulsos eléctricos. Estos impulsos regulan la actividad cerebral anormal y ayudan a aliviar los síntomas.

Los investigadores observaron que el tratamiento DBS administrado durante la fase presintomática protegió eficazmente a los animales de la pérdida de memoria durante la fase sintomática del Alzheimer. Esto sugiere una posible estrategia terapéutica para intervenir tempranamente en la progresión de la enfermedad.

“Los cambios fisiológicos ocurren en el cerebro mucho antes de la aparición de los síntomas del Alzheimer. Nuestra investigación indica que el cerebro posee mecanismos para protegerse del daño de la enfermedad, aunque sean limitados”, dijo Shoob.

El estudio también arrojó luz sobre la relación entre la patología de Alzheimer y la disfunción cognitiva posoperatoria (POCD), una condición prevalente en personas mayores sometidas a cirugía. POCD puede manifestarse como alteraciones de la memoria, la atención y la velocidad de procesamiento. Los síntomas son similares a los del Alzheimer, pero son temporales y duran semanas o meses dependiendo de la edad del paciente, la anestesia utilizada, otros medicamentos y otros factores. Los hallazgos podrían conducir a mejores resultados quirúrgicos, especialmente para los ancianos.

Los investigadores ahora buscan traducir sus hallazgos en ensayos clínicos con sujetos humanos.