Foto de Hadas Parush/Flash90 (Hadas Parush/Flash90)
Knesset Building

Los diputados dieron el lunes por la noche otro paso más hacia la disolución de la vigésimo primera Knéset (Parlamento), menos de un mes después de haber jurado, tras votar en primera lectura el proyecto de ley para desbandar la Cámara Legislativa, bajo el telón de fondo de la crisis en las negociaciones para formar el nuevo gobierno de coalición.

64 diputados votaron a favor de la moción, 44 en contra y uno se abstuvo.

El proyecto de ley debe ser aprobado en segunda y tercera votación (lectura) para convertirse en ley y forzar a nuevas elecciones. Se estima que estas votaciones se llevarán a cabo, si no se llega a un acuerdo, el miércoles por la noche, cuando vence el plazo que tiene el primer ministro para formar una coalición con una mayoría de al menos 61 diputados de los 120 miembros que componen el Parlamento.

Las nuevas elecciones nacionales se llevarían a cabo el 17 de septiembre, aunque esta fecha podría ser modificada.

Una conversación de último momento entre Netanyahu y el líder del partido nacionalista secular Israel Beitenu (Israel Nuestro Hogar), Avigdor Liberman, no logró avances.

Netanyahu dijo que el encuentro con Liberman no dio frutos: “Estoy haciendo enormes esfuerzos para formar un gobierno de derecha, y evitar elecciones costosas e innecesarias. No hay motivos para paralizar el país otro año y medio”. Los dichos del primer ministro fueron pronunciados después de que el pleno de la Knéset aprobara en lectura preliminar el proyecto de ley para disolver el Parlamento, por una mayoría de 65 diputados a favor, 43 oposiciones y seis abstenciones.

El diputado laborista, Itzik Shmuli, manifestó que “estamos actuamos con energía para tratar de darle a otro candidato la oportunidad de que forme el Gobierno”.

Liberman manifestó que su partido apoyará la disolución de la Knéset y que no será socio de un Gobierno dirigido por la “Halajá” (Ley judía). “En el Likud están tratando de inventar la narrativa de una vendetta personal. Nuestra posición es de principios, y hemos vuelto a ella una y otra vez”. Liberman expresó en una reunión partidaria que “todo el mundo comprende que se trata de una cuestión de principios. Lo que más teme el Likud es que el pueblo de Israel lo entienda”. Liberman añadió que las nuevas “elecciones son algo completamente innecesarias, y el único culpable es el Likud”.

El diputado Benny Gantz, líder del Partido Azul y Blanco (Kajol Labán) aseveró en el pleno del Parlamento: “Hay una sola cosa que se recuerda menos y es la verdad real en sí misma: todo es para construir una fortaleza legal para alguien que está ausente en este momento. Está claro para todos que de acuerdo con el espíritu de la ley, una vez que el proceso se ha agotado es posible transferirle las riendas a otra persona. Le sugiero a Netanyahu que recuerde a aquellos que no lo eligieron y que todavía están aquí. Es por eso que nos oponemos a la disolución de la 21° Knéset”.

Fuente: Aurora

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