Para comprender qué llevó al pueblo de Israel a abandonar la Torá hay que remontarse a los tiempos del Rey Menashé. Menashé reinó en Yehudá (Judea, así se llamaba el estado judío en esos tiempos) por 55 años (687 - 643 aec).
La costumbre general es que durante la lectura de la Meguilat Ejá la gente no se sienta en los bancos de la sinagoga, sino en el suelo, al igual que lo hacen los dolientes durante el shib'a.
Por generaciones, los judíos se mantuvieron con la esperanza de volver a su tierra. En cada plegaria y cada ocasión de alegría, los judíos prometen volver a Jerusalem