El secretario general del grupo terrorista libanés chií Hezbollah, jeque Hassan Nasrallah, manifestó que su organización ha duplicado el número de misiles de precisión en el último año.
Irán y su proxy Hezbolá colocaron una fábrica de misiles en el centro de Beirut, amenazando a los israelíes, mientras ponen intencionalmente al pueblo libanés en grave peligro.
Las fuerzas de seguridad atribuyen la explosión a un "error técnico", que demolió un depósito de armas en el bastión de Hezbollah en Ain Qana, en el sur del Líbano.
Una gran explosión sacudió la localidad de Ain Qana, un baluarte del grupo terrorista libanés chií Hezbollah en el sur del Líbano, creando una enorme nube de humo negro, y reavivando los frescos recuerdos de la letal explosión del 3 de agosto pasado que destruyó el puerto de Beirut.
El primer ministro, Benjamín Netanyahu, manifestó que Israel ve con “suma seriedad” el último ataque en la frontera con el Líbano y prometió una dura respuesta en caso de que se produzcan nuevos intentos.
Noche muy tensa en Israel. Los terroristas de Hezbolla dispararon contra una base del IDF en el área de Menara en la frontera norte. No hubieron heridos por parte de nuestras fuerzas.
La descomunal explosión registrada el pasado martes en Beirut fue una tragedia. Pero, como suele ocurrir en el Líbano, se trató de una tragedia evitable.
Con respecto a Irán, el titular de Defensa afirmó que “debemos trabajar junto con otros países para infligir un daño sobre Irán y afectar lo que allí ocurre. No podemos ignorar el peligro”.
El vocero castrense añadió que el aparato fue monitoreado y derribado por las tropas de las FDI cuando estaba sobre el territorio israelí, sin ofrecer más detalles, y que los soldados estaban rastrillando la zona en busca de los restos de la aeronave.
Fieros enfrentamientos se desataron entre manifestantes y policías en Beirut, días después de la enorme explosión en el puerto de la capital libanesa, que devastó gran parte de la ciudad, dejando aproximadamente 160 muertos y cerca de 6.000 heridos; mientras decenas de personas continúan desaparecidas.
Aproximadamente las 3:30 p.m. de un caluroso 27 de julio, al menos tres integrantes del grupo terrorista libanés chií pro-iraní Hezbollah fueron avistados cruzando la “Línea Azul”, reconocida internacionalmente como la frontera entre el Líbano de Israel, en la zona del Monte Dov, conocida también como las Granjas Shebaa, en los Altos del Golán.
Desde el 2019, el pueblo del Líbano ha sufrido la peor crisis económica y de salud del país en décadas. Los precios de los alimentos, el combustible y los artículos para el hogar se han descontrolado y los civiles tienen acceso limitado a toda necesidad.
El Primer Ministro de Israel, Benjamin Netanyahu necesita solo un minuto para dejar claro a los terroristas de Hezbolla y al gobierno del Líbano, qué pasaría si el grupo liderado por Nasrallah cruza la línea roja.
"Israel continuará tomando medidas contra los esfuerzos de Irán de afianzarse militarmente en nuestra región. Nasrallah está involucrando al Líbano, debido a Irán.
El portavoz de las FDI permite la publicación de que en un incidente en la frontera norte el lunes por la tarde, al menos tres terroristas de Hezbolá intentaron infiltrarse en territorio israelí.
Por las dudas, el Primer Ministro Biniamin Netanyahu advirtió que Líbano y Siria serían responsables, como países, si desde su territorio es lanzado un ataque contra territorio israelí.
Tres ubicaciones a lo largo de la barrera de seguridad de Israel en la frontera libanesa fueron saboteadas el viernes 17 de abril, muy probablemente por agentes de Hezbollah, en lo que pareciera ser un intento por infiltrarse en territorio israelí. No se detectó trasgresión alguna.