«Nuestras relaciones son excelentes. Somos como hermanos aquí», dijo un empleado.

La fábrica de aluminio Snapir israelí en Samaria emplea a israelíes y palestinos que trabajan codo con codo.

La fábrica les da a sus 150 empleados la capacidad de ganarse la vida y mantener a sus familias mientras sirven como una isla de convivencia y paz.

«No hay diferencia entre los trabajadores. Somos como una gran familia trabajando todos juntos», dijo uno de ellos.

 

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